10 ene 2010

Vito Acconci, Yoko Ono y Sophie Call, el arte del acoso, en tres obras.

Los tres artistas con su obra traspasan o exploran los límites de la concepción del espacio público y el privado.
Los tres hacen un registro de sus seguimientos con fotografías o video y redactando sus trayectorias, con ello se conserva la experiencia, que no sólo es registro sino constituye parte de la misma obra, si no hubiera quedado un registro de la acción, el acto como tal quizá no pudiera considerarse artístico. Son acciones sin espectador, hasta que éste no tiene la noción del acto a través de estas referencias.

Son actos que son posibles hacer en las grandes urbes por la cantidad de transeúntes con que estas cuentan y lo hacen menos obvio, le da al artista la oportunidad de ser poco notado, aunque la particularidad de Rape de Yoko Ono precisamente es que se hace con el consentimiento de la persona que ha sido elegida para ser seguida, probando la reacción de la perseguida y de la gente alrededor, aunque en este caso la persona a veces se convertía en víctima al sentirse acosada, por el staff y el lente de una cámara que registraba sus movimientos.

Fragmentos del fluxfilm Rape, 1968. Guión: Yoko Ono, cámara: Nik Knowland, sonido: Christian Wrangler, actriz: Eva Majlata. 75 min.

En Rape la obra no es sólo el andar sino la expectación, el juego psicológico que se establece en la relación entre el sujeto seguido, los seguidores y la cámara. Y la obra adquiere todavía más sentido, incluso el título, al tratarse de una mujer que además es extranjera y no comprende bien el idioma, que es victimizada por esta acción que llega al límite al violar el espacio físico privado que es su departamento, por lo cual se problematiza la forma de comportamiento de la ciudad y la sociedad. Se supone que el transeúnte es libre, pero qué sucede cuando se violenta esta libertad, cuando se interrumpe.

En este sentido otra cosa que comparten los tres trabajos es el juego de poder que hay detrás de estos, los seguidores tienen el control, mientras los perseguidos son víctimas o victimas en potencia.Vito Acconci, Following piece (detalle), 1968-69.


En el caso de Acconci en su Following piece dejaba de seguir a las personas en el momento en que entraban a un espacio privado, sin embargo los recorridos son indicadores de sus actividades por lo que esta entrando a la vida intima de éstas. Acconci de cierta manera se deja llevar por el recorrido que le va marcando alguien más. Yoko Ono no precisamente se deja llevar sino que la presencia de la cámara representa una insistencia de ir a “alguna parte” para el que es seguido, y Sophie Call, va en busca de algo como una meta, se deja llevar pero a partir de las “huellas” que la llevan a un objetivo, Su objetivo, como un detective. 
Cuando Sophie Call llega a su objetivo no termina ahí el trabajo, sino que estudia sus movimientos e itinerarios y lo sigue por doquier, no es un acoso visible como en Rape, sin embargo no deja ser un acoso pero es mas vouyerista.                                        

Acconci experimentar la variación y la repetición a través de las otras personas, siguendo el mismo recorrido de éstas.

Por otro lado el patrón de estos seguimientos podría ser repetido por cualquiera, aunque por supuesto las experiencias son irrepetibles, únicas. Sophie Calle, Suit Venetienne (detalle), 1980.

Las tres se acercan al concepto de deriva. Son actos cuyo escenario principal son las calles, que se convierten en el lienzo del acto artístico, donde el espacio es dibujado por cada recorrido a través de los pasos y el propio ser de la gente, y que se escapan a las fronteras del arte.

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